martes, 29 de marzo de 2011

Buenos días!...si puede

Ciertos productos cotidianos pueden ser un riesgo para la salud, pero informarse mal puedes ser un riesgo también.



La expresión “¡cuidado con el azúcar!” puede ser la primera referencia sobre la lista de cosas que a diario supuestamente amenazan nuestra salud... y paz mental.

Empecemos con el desayuno por ejemplo. ¿Qué usamos para ponerle a nuestras tostadas, mantequilla o margarina?. ¿Mantequilla?, no, hay que tener cuidado con el colesterol. Y ¿margarina? menos, contiene grasas “trans”. Es este el momento en que podría hacer su aparición el infaltable personaje que, con algo más de conocimientos científicos que el resto de nosotros, aconseja: “hay que usar margarina no hidrogenada, líquida o con fitoesteroles ...” Ahí está, justo lo que faltaba “fitoesteroles”, un nuevo término que puede incidir en nuestras vidas.

Así, poco a poco, hacemos la cotidiana entrada a ese mundo de misteriosos enemigos que nos acechan en cada hábito, en cada producto de la alacena que creíamos seguro, en cada etiqueta que no leemos. Pero avanzamos en nuestro día, agradecidos de contar siempre con algún amigo “conocedor” que nos mantiene informados de los posibles riesgos que representan “ciertos productos “. “No puede ser que no lo sepas” -podría incluso decirnos en alguna oportunidad-”¿no has escuchado la letra de la canción de ´Lady Gaga´ que en el estribillo habla de los fitoesteroles?...”

El siguiente episodio puede estar a segundos del primero. Salimos a la calle y aunque todo parece normal...no es así, “!hay que tener cuidado con los rayos UV!” (Ultra violeta) que no solamente son invisibles, sino alfabéticos; hay rayos UV-A UV-B y UV-C. No intente buscar más información en internet o con nuestro amigo, porque inmediatamente la familia crece como la canción de las vocales...UV-E, UV-F, UV-N, UV-V y UV-X... y si, también lo pensé, seguramente hay una canción, que no conocíamos de Justin Beiber o de Juanes, que habla sobre el tema. Si no entramos en pánico y nos informamos un poco mejor, quizás nos enteremos que existe una capa de ozono que nos protege de los rayos UV más dañinos...pero hay un detalle...tiene agujeros...pero solamente en los polos...aparentemente.

Supongamos que decidimos buscar algo de beber para pasar el mal rato y digamos que por cuidar la figura, preferimos algo “sin azúcar”. Bueno, más vale que sea agua porque inmediatamente aparece nuestro amigo hablándonos de la diferencia entre los edulcorantes “artificiales” y los edulcorantes “naturales sin azúcar” que no tienen “sacarosa” pero “pueden elevar el azúcar de la sangre y engordar incrementando el consumo de carbohidratos.” Y cuidado!. Los términos “manitol”, “levulosa”, “xylitol” y “dextrinas” están esperando a la vuelta de la esquina si no te rindes ante esta explicación! Y atrévete a hacer “click” en el campo de búsqueda del navegador para complicarte la existencia.

Si seguimos avanzando en este sendero pronto nos tropezaremos con los plásticos con BPA que representan un riesgo para la salud. Es el caso del policarbonato usado para hacer biberones y botellas irrompibles que contiene “BPA”...esto es ..”El Bisfenol A, BFA, o BPA (siglas en Inglés), es una sustancia química utilizada por más de 50 años en la elaboración de plásticos de uso doméstico, pero que “es sospechoso de estar ligado a problemas de obesidad, desbalances hormonales, cáncer de mama y próstata, daños cerebrales, hiperactividad, entre otros.”

La lista es larga y cruel: radiación de los celulares; el chocolate blanco; la mostaza que es “mala para el corazón” (creencia que estoy seguro haber inventado yo cuando era muy pequeño para llamar la atención de un grupo de adultos en una reunión familiar); los helados con colorante, las bebidas energizantes, etc. No digo que no existan estudios científicos serios, ni que no existan los riesgos, pero muchas de estas creencias se originan en “mitos urbanos”, estudios científicos mal interpretados, comentarios oídos por casualidad y hasta en inventos de niños que en los recreos quieren acaparar la atención.

Algo grave de este tipo de “información”, es que ha sido explotada por elementos poco escrupulosos que por cadenas de correo electrónico y rumores en redes sociales, han atacado y en ocasiones destruido marcas y productos exitosos que eran perfectamente seguros. Para eso han servido los miedos inducidos: para manipularnos y controlarnos desde que eramos niños.

Yo ya tiré la toalla y he decidido vivir la vida como un personaje extraordinario que decía: “todo en exceso es malo” y “lo mejor es tener buen criterio”. Siempre recalcaba: “Somos tan diferentes por dentro, como lo somos por fuera...he conocido personas que han cometido excesos toda su vida, y han terminado bailado sobre la tumba de quienes les advertían sobre las consecuencias”. Nunca le pregunté pero apuesto que se refería a Keith Richards de los Rolling Stones.

La última vez que vi al señor Eugenio se recreaba sirviendo generosas cucharadas de azúcar a su “marroncito” vespertino, cuando alguien le advirtió: -“Abuelo! no eche tanta azúcar al café, mire que el azúcar es un veneno lento”- a lo que con una gran sonrisa contestó - “Si será lento. Tengo ochenta y cinco años y no me he muerto todavía”. !Feliz navidad y año nuevo!...si puede.

Artículo publicado en la edición de diciembre/2010 en la columna "El Electrodo" de la revista "Entertainment" de Supercable